20.5.10

Poetas Séptimo Encuentro - Héctor Hernández Montecinos


Chile, 1979. Licenciado en Literatura y doctor en Filosofía. Sus tres primeros libros aparecen reunidos en [guión]  (LOM, 2008), el siguiente es  [coma], pronto a reeditarse por la misma editorial, y el que cierra esta trilogía denominada “La Divina Revelación” es [y punto] que actualmente se encuentra en proceso de escritura. “Debajo de la Lengua” (Cuarto Propio, 2009) es la segunda trilogía del autor, conformada por La Vida Muerta, Traga  y Rrizomas. Su trabajo poético lo ha llevado por casi toda Latinoamérica, además del Latinale 2007: Festival Itinerante de Poesía Latinoamericana en Alemania; también a ser traducido a una decena de idiomas para revistas y antologías, dentro de las cuales destaca Cuerpo plural: Antología de la poesía hispanoamericana contemporánea (Pre-Textos, 2010). Ha sido becario del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, de la Fundación Pablo Neruda (2005) y de la Fundación Andes (2005-2006). A los 29 años recibió el Premio Pablo Neruda que otorga la Fundación homónima por su destacada trayectoria tanto en Chile como en el extranjero.

EMOTIONAL ZOO

 Un cernícalo muere en mi mano
las líneas imaginarias dejan de serlo
cerramos los ojos al mismo tiempo
y entre él y yo más o menos aire
que es la única diferencia
entre mi mano y el cernícalo

La muerte no existe
es sólo un color invisible
para pintarse el cuerpo por dentro
los ojos y la boca
como una fiesta que nunca empezó
y a la cual están todos invitados

No murió el cernícalo
el sol se fue
el sol regresará
el cernícalo no

No me despreciaste a mí
despreciaste a un poema
la literatura es venganza
este poema es una venganza;
sabes de lo que hablo
aunque no hayamos hecho nada
más que masturbarnos con los ojos.

No eres el primero
tampoco serás el último
eres uno más que despreció un poema
creyendo que era yo.

Nunca comas pato
antes de ir al zoológico
te lo dice alguien con sangre fría
lengua bífida y cola.

Muertos o vivos los animales
no dejan de hablar sobre el silencio
que los humanos exhalamos
al contemplar el sol sobre sus cabezas.

De noche todo es aroma
tanto la muerte como las estrellas
los duendes jugando en el bosque
o las calaveras de lobos marinos.

Comer es retornar a una avería
de Dios, comerme una vida
es celebrar una muerte,
ya sea la de un pato,
la de un niño en África
o la del Hijo de Dios.

Aún así, todo zoológico
es el primer apunte
para las comidas del futuro.

1 comentario:

  1. Tuve y tuvimos el honor de conocer a este grabn poeta chileno, nos maravillo con sus palabras y sus versos tan frios pero tan sinceros, esperamos qe sigan adelante con toda la ctividad poetica latinoamericana y principalmente salvadoreña, Héctoy Hernández muchas gracias por haber asistido a los eventos donde lo vimos, e igual a todos y todas hermans poetas que estaran siempre recordados es su compañera patria El Salvador.....
    Yesenia Guardado

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